Todos los días sale el sol por la mañana... Pero también se oculta por la noche. La vida es una montaña rusa que nos da y nos quita mientras se entrelaza. Corremos raudos día a día en la rueda del hámster, que nos provoca mucho esfuerzo, pero cuando bajamos de la carrera estamos donde mismo estábamos cuando comenzamos a correr.
Hay periodos de nuestras vidas en los que cuando quedamos, estamos todos; más tarde comenzamos a sufrir ausencias. Las tareas, las responsabilidades de la familia, los que ya no están... Se repite la pregunta "¿estamos todos?" Acompañada siempre por la respuesta " estamos todos los que estamos"
Son años los que se necesitan para crear una familia. Un grupo de personas que conviven sumando experiencias, que de un modo u otro son nuestras mismas vivencias. Historias que reconocemos en nuestra vida cotidiana y las tomamos como algo nuestro. Vidas de otros que también son el reflejo de nuestras propias vidas, eso sí, llevadas a un aspecto absurdo y cómico; pero tan real como la misma vida nuestra.
Carmelo, Maruca, Fefita, Alerxis, Cuco, Fefo, Chanin, el cuñado (con el cacho de cartón), la azafata soplando (Fu Fu), la abuela royendo un trozo de pan, la ensaladilla rusa rociada de arena, el traje de la boda arrastrando aceitunas y palillos, ¡adiós Canarias querida!, ¿yo que te ha hecho?, te espero en la curva de la laja...
Manolo vieira nos presenta su nuevo espectáculo, con historias de siempre y nuevas sorpresas. Con la única pretensión de reírnos juntos de nosotros mismos (eso si, sin faltarnos el respeto). Que no te lo cuenten, ¡Vívelo!
