Jabicombé y Bárbara no entienden como en un País y en una Comunidad que tiene como fuente de ingresos principales el turismo, hay una cierta reticencia, (quizás vergüenza?) en aprender y hablar los idiomas de los visitantes; además de miles de cosas para contarle al mundo desde el salón de su piso, con wifi de 300 megas, en Schamann.