El Timple y sus parientes, una familia separada por las distancias. El Timple y sus hermanos son instrumentos de ida y vuelta. Da igual si yendo o viniendo, pero la realidad es que en algún momento del pasado, los movimientos migratorios, las personas, llevamos y dejamos al padre del Timple disperso en distintas partes del mundo. Y ya se sabe cómo es la teoría de la evolución; caprichosa en sí misma. De tal forma que hoy nuestro Timple, una de las señas de identidad canarias más notables, y que nos diferencia frente el resto del mundo, tiene muchos hermanos en otros países del mundo, que a su vez son señas de identidad en sus respectivos lugares. Diferentes todos ellos, pero iguales al mismo tiempo. Con más características que los unen que los diferencian.