Detrás de la playa de arena blanca de Es Trenc se extiende la zona protegida de las salinas de Levante. Durante milenios, se ha cosechado aquí la preciada sal y, hoy en día, es un paraíso para los amantes de la naturaleza, además del hogar de más de 160 especies diferentes de aves. Si tienes algo de suerte, podrás avistar avocetas, cigüeñuelas y flamencos rosas, entre muchas otras. Con una extensión de 150 hectáreas, las salinas de Levante han sido declaradas Área Natural de Especial Interés.
Se necesitan tres condiciones esenciales para que se forme la sal más pura: calor del sol, brisa marina y poca humedad. Serás testigo del ancestral proceso de recolección de la sal mientras exploras las salinas durante un agradable recorrido a pie, en el que un guía formado por National Geographic te dará datos locales y te explicará la historia de esta antigua profesión balear. Observa cómo los expertos salineros utilizan técnicas antiquísimas para recoger los mejores cristales de flor de sal y, después, intenta recogerlos tú.
La visita también pone en relieve el carácter sostenible de la industria de la sal marina. La producción está en total armonía con el ecosistema. De hecho, muchas aves migratorias dependen de los humedales ricos en minerales para restablecer el equilibrio tras largos vuelos de ultramar. La delicada naturaleza de los cristales de sal hace que la recolección manual sea el único método viable, por lo que no hay necesidad de mecanización. Admira los paisajes y procesos artesanales que han permanecido inalterados durante siglos mientras te empapa de la paz y de la naturaleza de este lugar tan especial.
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